sábado, 9 de julio de 2011

El ojo crítico

"El aire que respiramos se compone de oxígeno, nitrógeno...y publicidad". (R. Guerin)

¿De verdad respiramos publicidad? Quizá resulte algo exagerada esta afirmación, pero de ella se desprende una evidencia difícil de contradecir, y es que la publicidad se ha instalado en nuestra vidas. Su indiscutible presencia en la sociedad genera partidarios y detractores. En cualquier caso, para defender una postura u otra hace falta conocer qué secretos encierran los anuncios.
 Diferenciemos entre PROPAGANDA Y PUBLICIDAD:
La propaganda es un producto ideológico. Intenta modificar la actitud del receptor con fines culturales, políticos, sociales... Por ejemplo, las campañas que incitan a hacer deportes, a dejar de fumar, a luchar contra el hambre, a donar órganos para transplantes, a votar a Fulanito o a Menganito...



En cambio, la publicidad debe conseguir , en primer lugar, atraer la atención del receptor para despertar su deseo de consumir.



Aunque, a veces, pueden hallarse los dos tipos en un mismo anuncio.



(Fuente: "Mirar la publicidad". Domenech, Lourdes y Romeo, Ana. Link: materiales de lengua-publicidad )

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