domingo, 2 de diciembre de 2012

Hipotálamo alterado

 Los mecanismos básicos que regulan el balance energético residen en el SNC a distintos niveles del encéfalo. El hipotálamo es la parte del SNC más estudiada e importante en relación con la regulación de la ingesta alimentaria.  El hipotálamo está encargado del control y regulación del almacenamiento y la utilización de sustratos energéticos por parte de las células del organismo así como de la ingesta de alimentos. Para ello existen conexiones neuronales entre el hipotálamo y la hipófisis, para interactuar con la regulación endocrina; el área posterior del cerebro, con el fin de modular los reflejos de la ingesta, y el área frontal del cerebro, para influir sobre el comportamiento voluntario.
 Se han descrito numerosos neurotransmisores y neuromoduladores que actúan a escala cerebral y afectan tanto al control del metabolismo energético como de la ingesta. Muchas de estas moléculas se ven sometidas a poderosas influencias endocrinas, sobre todo a través de la leptina, la insulina y los glucocorticoides, y fluctúan según los estados fisiológicos y el ritmo circadiano. 
 Las partes medial (MH) y lateral (LH) del hipotálamo ejercen acciones sobre el SNA que parecen opuestas. Así, la estimulación del MH, incluyendo el PVN, inhibe la ingesta, aumenta la termogénesis facultativa y reduce la utilización de glucosa en el músculo esquelético, mientras que la estimulación del LH estimula la ingesta e incrementa el tono del SNP. En este sentido, se ha relacionado inversamente el tono simpático con la ingesta. 

 Numerosos estudios, utilizando lesiones puntuales en el hipotálamo o la administración intracerebroventricular de agonistas y antagonistas de los neurotransmisores hipotalámicos, han demostrado que existen circuitos neuronales que operan a nivel del hipotálamo con el fin de regular el apetito. (Fuente: "Sistema nervioso y obesidad" de F. Milagro, I. Marques-Lopes. Dpto de Fisiología y Nutrición. Universidad de Navarra).
 Los roedores y las personas obesas muestran un patrón de lesiones en el hipotálamo, una estructura cerebral relacionada con el apetito y el balance de energía. Dos estudios publicados esta semana en "The Journal of Clinical Investigation" constatan la presencia de 'cicatrices' en algunos núcleos de esta región y una disminución del recambio neuronal.
 La obesidad provoca cambios en el organismo que van más allá del depósito excesivo de grasa. Las personas que la padecen, así como los animales, sufren alteraciones en los sistemas de mantenimiento del balance energético y experimentan inflamación en los tejidos -cosa que les predispone a varias enfermedades-. Ambos fenómenos podrían estar relacionados aunque falta saber cómo.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Washington (Seatle, EEUU) ha analizado la aparición de inflamación en el hipotálamo de roedores con obesidad inducida por la dieta y ha observado que los signos de inflamación aparecen durante las primeras 24 horas del inicio de la alimentación rica en grasas.
Aunque estos cambios son incialmente una respuesta de protección y se pueden revertir con un cambio en la dieta, los autores confirmaron que si se mantenía la ingesta de grasa la inflamación se volvía permanente. Además, observaron también un aumento de la gliosis o, lo que es lo mismo, la proliferación de astrocitos como respuesta a la aparición de daños en el tejido nervioso; una especie de "cicatriz".
 Este último fenómeno, constatado en el hipotálamo de los roedores, también se vio en humanos, que mostraban signos de gliosis en una resonancia magnética. Estas pruebas "sugieren que la obesidad, tanto en personas como en ratones, está asociada con daño neuronal en una región del cerebro crucial para el control del peso", indican los autores.
 Otro estudio, publicado en la misma revista y firmado por investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Centar y la Escuela de Medicina de Harvard (ambos en EEUU), muestra cambios en el hipotálamo que complementan a los anteriores. En este caso, los responsables se centraron en el recambio neuronal de uno de los núcleos hipotalámicos que controlan el peso y el apetito (el núcleo arcuato).
Trabajando con ratones, observaron que las neuronas implicadas en la regulación del balance de energía son sustituídas, en condiciones normales, cada cuatro a 12 semanas. Pero, como explica el trabajo, "la remodelación de estas neuronas hipotalámicas está suprimida en los roedores con obesidad inducida por la dieta".
 Aunque las causas de este fenómeno no están claras, los autores señalan que "debe desempeñar un papel en la disfunción hipotalámica observada en la obesidad" y sugieren, además, que las alteraciones que esta enfermedad provoca en el cerebro "van más allá de cambios en la actividad de las neuronas existentes e implican la regulación de los circuitos nerviosos".(Fuente: Diario El Mundo 28-12-2011)

* Nota de humor:



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