Esta es la historia de un niño con dificultades, pero con una gran sensibilidad, con talante de artista, al que le gusta pintar, escuchar música, con necesidad de afecto durante todo el día e incluso tan efusivo que hay momentos en los que asusta a las personas. El principal problema de Lorenzo es el cazo rojo que arrastra, el cual no le deja realizar actividades tan normales para un niño como es el subirse a un columpio, saltar, correr, etc… y se enfada por ello, se frustra y hasta dice palabrotas. Lorenzo se siente mal y se enfada consigo mismo y, harto de los problemas que le conlleva el cazo rojo, decide esconderse.
Pero todas estas adversidades tienen para Lorenzo un remedio muy sencillo para que pueda ver de diferente manera esa minusvalía tan peculiar disfrazada en forma de cazo: el cariño de esas personas extraordinarias que mediante su ayuda nos enseñan a saber llevar nuestras dificultades, a afrontar nuestros retos y que le enseñará a Lorenzo como adaptarse a su cazo.
Este relato nos enseña a apreciar las diferencias y sacar las mejores aptitudes de cada uno de nosotros.
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