Blade Runner 2049 amplía el universo, como buena secuela, en torno a los nuevos retos que el paso del tiempo ha impuesto al mundo imaginado por Philip K. Dick.
En él, una raza replicante vive oprimida y perseguida por los mismos
motivos que llevaban a Harrison Ford a "retirar chatarra", solo que en
esta ocasión, lo apuntado antes es ya una realidad: los replicantes son
indistinguibles de los humanos en lo físico -todos sangran igual-, pero
también en lo emocional. (El Diario.es- 7/10/2017)
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