sábado, 14 de mayo de 2011

Lorca y la falla de Alhama



Los terremotos que sacudieron el pasado miércoles a la localidad de Lorca están relacionados con la actividad de la falla de Alhama de Murcia (FAM). Esta fractura pertenece a un gran sistema de fallas de salto en dirección activas con orientación noreste-suroeste, que se extiende desde Almería hasta Alicante, conocido como la zona de cizalla de Trans-Alborán. Este conjunto está compuesto por los sistemas de fallas de Carboneras, Palomares y Alhama de Murcia, cuyo sistema de movimiento global es similar al que desarrolla la falla de San Andrés en California, aunque de magnitud mucho menor. El sistema provoca que el segmento sureste de la Península Ibérica se desplace progresivamente hacia el noreste.
La longitud y continuidad de este sistema de fallas es la mayor de la Cordillera Bética y, por tanto, hace que sea el sistema más propicio para generar terremotos de gran magnitud.

Las observaciones de tipo neotectónico y paleosísmico, así como la sismicidad histórica asociada a la FAM (cinco terremotos de intensidad VIII en los últimos 400 años) hacen de esta falla una de las más activas desde el punto de vista sismogenético. En este sentido. y teniendo en cuenta el marco geodinámico en que se encuenlra (la velocidad de acercamiento entre las placas Euroasiática y Africana en este sector no supera los 4 mm/a, la velocidad de movimiento de esta falla es relativamente pequeña: de 0.1 a 0.3 mm/a.
En sectores como la Cordillera Bética donde los períodos de recurrencia de los terremotos de magnitud 5.5 son superiores a 200 años, las reactivaciones cosísmicas, tanto de segmentos aislados de las grandes fallas como de fallas secundarias de dimensiones reducidas (de 1 a 20 km). pueden inducir eventos de magnitudes próximas o incluso ligeramente superiores a 5.0. e intensidades superiores a VI. con períodos de recurrencia menores (inferiores a 100 años). Con este trabajo se pretende llamar la atención, no solamente sobre la potencialidad sismogenética de la FAM, sino también sobre la importancia sismogenética que pueden presentar las fallas secundarias asociadas a ella. En este sentido, en los últimos años está creciendo a nivel mundial el interés en los estudios que investigan los mecanismos de modificación de los esfuerzos efectivos en el entorno de una falla en el momento en que se reactiva sísmicamente.
Algunos de estos estudios se han enfocado a los fenómenos por los cuales un terremoto producido en una falla puede inducir otro terremoto en una falla próxima.
La relación intensidad-magnitud que se obtiene a partir de la población total de terremotos en el sureste de la Cordillera Bética indica que los eventos de intensidad (MSK) = VIII pueden correlacionarse con magnitudes próximas o superiores a 5,0, mientras que los eventos de intensidad VII corresponden aproximadamente con magnitudes Mb:4,5.
En el entorno de la FAM se han registrado más de diez terremotos con intensidad (MSK) > IV. De ellos, ocho presentan una intensidad > VI y algunos de ellos han provocado importantes daños. Destacan por su importancia los terremotos de Lorca de 1579, 1674 Y 1818, el terremoto de Murcia de 1743, el terremoto de Totana de 1907, los terremotos de Lorquí y Torres de Cotillas de 1911 y finalmente el terremoto de Fortuna de 1944. Los movimientos de magnitud 5 y 4,2 registrados entre Berja y Adra (Almería) el 23 de diciembre de 1993 y el 4 de enero de 1994 unos 26 km al sur provocaron según algunos científicos una reactivación de la sismicidad en el sureste Peninsular. A partir de ese momento se acumularon los sismos: magnitud 4,1 en Torres de Cotillas el 26 de noviembre de 1995; magnitud 4,5 en Ramonete el 2 de septiembre de 1996; y un magnitud 5 seguido de numerosas réplicas en Mula el 2 de febrero de 1999 a una profundidad entre 1 y 7 km.
Por lo que se refiere a la disposición espacial de la sismicidad con intensidad> IV se caracteriza por situarse en el sector central de la FAM. La acumulación de los principales eventos históricos (etiquetados en la figura con su fecha) coinciden espacialmente con la posición de bastantes de los eventos instrumentales con intensidad > IV.
Lorca, la localidad más afectada en el presente movimiento sísmico, ya conoció el 3 de febrero de 1579 un terremoto de gran intensidad superado por otro en 1674 que llegó a provocar 40 muertos en la villa, y también se vio afectada por al terremoto de Lisboa. Mucho más recientemente ya hubo avisos: el 6 de Agosto de 2002 tuvo lugar un terremoto a 2,5 km al noreste de la pedanía de la Paca, en el término de Lorca, que fue apodado el “terremoto de Bullas”. Y el 29 de enero de 2005 en Zarcilla de Ramos, muy cerca, hubo otro movimiento de magnitud 4,8.
Y el hecho de que aquí los seísmos tiendan a ser muy superficiales, como lo ha sido el actual (1 kilómetro de profundidad de hipocentro) multiplica los daños, ya que el movimiento del suelo que destruye edificios y construcciones no sólo depende de la magnitud absoluta: cuanto más cerca de la superficie mayor es la intensidad de la vibración.
Las imágenes siguientes hablan por sí solas:

1 comentario:

  1. ola yo soi lorquina y os comunico que lo que nos ha pasado aqui no nos lo creemos todavia.
    mucha gente nos hemos quedado sin casa.sin familiares y la pregunta que nos hacemos todos
    ¿va a volver haber uno mas gordo? pero eso nadie
    lo sabe un saludo

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