La semana pasada saltó la alarma alimentaria acerca de las hamburguesas con carne de caballo. La OCU e Irlanda analizarón la procedencia y composición de estas hamburguesas expedidas en supermercados de gran calado internacional. Ya se sabe que las "hamburguesas comerciales" son preparados cárnicos que aportan un desmesurado contenido en grasas y sales (sulfitos y cloruro de sodio) debido a que se componen de tejidos de escaso valor nutritivo y muchos aditivos.
En TVE se nos informó de este hallazgo:
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