Jesús es un personaje lleno de fecundidad interior, alguien de quien se han hecho muchas películas. No debe presentarse como una persona que tiene que convencer de algo a quien lo observe. Lo que sabemos de Jesús se encuentra en los evangelios la “buena noticia de Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios” (Mc.1,1).
En Jesús de Nazaret existe todo un universo dramático que va desde la tragedia de la muerte cruel a la pequeñez de un nacimiento en las afueras de una gran ciudad. Los milagros y los signos son una manifestación de la presencia de Dios entre los hombres y se encuentran en todo la biografía de Jesús.
El dramatismo de la figura de Cristo ni siquiera se concluye y cierra cuando muere solo y abandonado, es sepultado y colocado así para siempre en las páginas de la historia y del devenir humano.
Existen diversos hitos muy significativos de la imagen de Jesús en el cine. Desde el nacimiento del cine Jesús ha estado presente en numerosas películas.
La primera “Pasión de Cristo” lleva fecha de 1897, Lumière intervino en esta realización que firmaron Breteau y Hatot. Georges Meliés realizó “Cristo marchando por las aguas”, Cecil B de Mille hizo, “Rey de reyes” del éxito de esta película surgen otras como el “Ben-Hur” espectacular de 1959 del maestro William Wyler. También “La túnica sagrada” y “Barrabás” de Richard Fleisher, “La historia jamás contada” de George Stevens, “Los diez mandamientos” contribuyeron a ir configurando la imagen de Jesús en el cine.
El cine europeo y más en concreto el italiano produjo: “El evangelio según san Mateo" de Pier Paolo Pasolini y Roberto Rossellini hacia esa catequesis histórica que es “Los Hechos de los Apóstoles” dos obras magistrales con tan sólo cuatro años de diferencia (1964-1968), Franco Zeffirelli monta “Jesús de Nazaret”, un proyecto de la RAI.
Cuando al final de los años sesenta se estaba asistiendo a la aparición de grupos juveniles que cantaban a la vida, al amor y a la primavera, a la imagen de Jesús le faltaba todavía la música moderna y aparecieron “Godspell”: palabras evangélicas musicadas, cantadas, danzadas y convertidas en gestos. Y el “Jesucristo Superstar” de Norman Jewison.
La vida de Cristo en versión de comedia irónica fue la del grupo Monty Pitón “La vida de Brian”. Unos Cristos muy personales fueron el de Martin Scorsese “La última tentación de Cristo” sobre el texto griego de Nikos Kazantzakis. El caso opuesto fue “La pasión de Cristo” de Mel Gibson, la película de un neoconverso sobre el dolor, la pasión y la muerte de Jesús.
En los siguientes vídeos repasaremos las producciones cinematográficas más relevantes en las que Jesús de Nazaret ha sido protagonista de todo un universo de fe, de polémica religiosa así como de las más diversas interpretaciones.
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