Cada vez más los jóvenes se aventuran por el entramado de internet sin percatarse de los peligros que andan al acecho. Muchos menores de edad comienzan a flirtear con las redes sociales sin supervisión paterna alguna, dando lugar a fenómenos de suplantación de identidad, ciberacoso y de otros delitos por parte de segundas o terceras personas conocidas "aparentemente".
El siguiente vídeo nos muestra un ejemplo muy claro de lo que suele ocurrir en los hogares.
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