La nariz es un órgano característico, en su morfología, de la especie humana y se ha empleado en la sistemática racial. A consecuencia de la progresiva prominencia de los huesos nasales durante la evolución, de la verticalización de la frente, del retroceso del esplacnocráneo y del cambio en las fosas nasales, la nariz humana se ha hecho muy saliente y sus orificios se dirigen hacia abajo y no hacia adelante como en los primates superiores.
El índice nasal (anchura x100 /altura) nos permite clasificar a todas las personas (vivas) en cualquiera de los siguientes grupos: leptorrinos (si su índice nasal es menor que 70), mesorrinos (entre 70 y 85), camerrinos (entre 85 y 99) e hipercamerrinos (si es igual o superior que 100).
Dado que la napia (nariz) cambia de forma y de dimensiones durante la constitución del esplacnocráneo a lo largo de la niñez y de la adolescencia, el índice nasal no se estabiliza hasta llegar a la edad adulta. A medida que transcurre el crecimiento la altura nasal aumenta con mayor rapidez que la anchura, y en consecuencia el índice nasal va disminuyendo.
El reparto racial del índice nasal se conoce bien a grandes rasgos. La leptorrinia predomina en los caucasoides; la mesorrinia en India, Asia Central, norte de África y en las poblaciones amerindias; la camerrina caracteriza a los mongoloides del Extremo Oriente, sureste asiático, y en particular, a los negroides y melanesios. En el grupo hipercamerrinos ("los chatos") se incluyen los extintos tasmanios, los aborígenes australianos y, sobre todo, los pigmeos, que en su mayoría tienen un índice nasal mayor de 105 y sólo el 5% son camerrinos.
La morfología nasal es sumamente variable y la definen en especial los rasgos siguientes: la región de la raíz, el perfil del dorso, la punta y la forma de los orificios nasales. La raíz determina su forma de silla de montar por la constitución de la región glabear y por la longitud de las prolongaciones nasales del frontal. Raices nasales poco salientes se encuentran en los mongoloides, y deprimidas en negroides y australoides. La "nariz griega" con una elevada raíz, es una prolongación recta de la frente, es sólo un antiguo ideal estético pero no corresponde a ninguna conformación anatómica real. El perfil del dorso puede ser cóncavo, recto, convexo o sinuoso. Por regla general, a raices más cortas corresponden perfiles cóncavos (napias respingonas) y a narices largas, perfiles de los otros tipos. Quizá por esa razón las narices femeninas, algo más cortas que las masculinas, en promedio suelen tener perfiles cóncavos, y lo mismo con las narices infantiles.
La concavidad nasal se va perdiendo con la edad en varones y en mujeres, probablemente debido al alargamiento progresivo. Las narices altas y convexas o, sinuosas, erróneamente llamadas "narices judías", con puntas dirigidas hacia abajo, predominan en los armenios, dináricos y noramendios.
La punta de la nariz puede ser respingona, horizontal o inclinada hacia abajo. Los orificios nasales pueden disponerse longitudinal o transversalmente o ser más bien redondeados, correspondiendo aproximadamente a los primeros las narices leptorrinias, los segundos a las camerrinas, y los últimos a las mesorrinas.
Aunque pueda parecer que estos rasgos se heredan como un todo, lo cierto es que se transmiten independiente y están controlados en su herencia por genes (alelos) múltiples con efectos probablemente aditivos.
Parece aceptable que la forma de la nariz depende de la selección natural adaptándola a las exigencias climáticas: relacionada con el humedecimiento y el calentamiento del aire inspirado, sobre todo con el primero, ya que la presión de vapor de agua en el aire regula los intercambiosde humedad entre el ambiente y la superficie respiratoria. En las regiones de sequedad excesiva (desiertos cálidos y fríos) predominarían los leptorrinos quienes tendrían mayor facilidad para humedecer el aire que va a los pulmones. También los camerrinos tienden a ser dolicocefálicos, y los leptorrinos a braquicefálicos en varios grupos.
* Sátira a Góngora:
"Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Erase un espolón de un galera,
érase una pirámide de Egito;
las doce tribus de narices era.
Erase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito."
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Erase un espolón de un galera,
érase una pirámide de Egito;
las doce tribus de narices era.
Erase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito."
(Francisco De Quevedo)
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