El ejercicio, unido al progresivo aumento de las temperaturas que se produce en esta época del año, hace que se incrementen las pérdidas de líquidos, especialmente a través del sudor.
La deshidratación puede provocar cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, calambres musculares, sensación de náusea, aumento del ritmo cardíaco, etc. Para evitar que se produzcan estas situaciones, beber cada poco tiempo, e incluir en la ingesta total, además de agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, caldos... puede ayudar a alcanzar la cantidad de líquidos necesaria. Estas son algunas de las recomendaciones que se incluyen en el Decálogo de Hidratación, editado por el Observatorio de Hidratación y Salud, con el objetivo de ofrecer pautas básicas que permitan mejorar el estado de hidratación de los españoles.
1. Estar bien hidratado es siempre esencial para la salud, se realice o no actividad física y en cualquier época del año.
2. El balance hídrico de nuestro organismo debe ser equilibrado: la cantidad de líquido aportada tiene que ser la misma que la perdida o eliminada.
3. Es preciso beber al menos 2,5 litros de líquido al día. Diariamente perdemos entre 2 y 3 litros de líquido a través del sudor, la orina, la respiración y la transpiración de la piel.
4. Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables conviene aumentar estas cantidades, o si se vive en zonas con clima cálido y húmedo.
5. Evitar las pérdidas excesivas de líquidos y no pasar largos períodos de tiempo sin ingerir bebidas.
6. En épocas de calor no exponerse al sol innecesariamente ni realizar ejercicio físico en las horas centrales del día.
7. Los niños son muy vulnerables a la deshidratación: hay que asegurar que beban en abundancia agua y otras bebidas.
8. Las personas mayores, al presentar una menor sensación de sed, y las personas dependientes también son especialmente sensibles. Controlar que ingieran líquidos regularmente.
9. No consumir bebidas alcohólicas contribuya a mantener una correcta hidratación.
10. La ingesta hídrica deberia ser preferentemente en forma de agua. Pero consumir infusiones, refrescos, zumos, lácteos, caldos etc., puede ayudar a conseguir la cantidad necesaria de líquidos. El sabor de las bebidas también estimula un mayor consumo de líquidos.
(Fuente: Diario El País, sección: Salud; art. "Alimentación y Salud". 2-8-2011)
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